Aquí os dejo una estructura sencilla de disertación. Más abajo, os indico qué aspectos hay que tener en cuenta cuando se utiliza para una exposición oral.
1. Introducción
- Llamar la atención sobre el problema del que se va a tratar.
- Enunciar con brevedad la tesis que se va a defender.
- Definir el término o términos filosóficos que se han utilizado en el enunciado de la tesis.
- Adelantar los puntos más importantes que se van a exponer en el desarrollo.
2. Desarrollo
- Estado de la cuestión. ¿Cuáles son las diferentes posturas sobre el problema en la actualidad?
- Argumentos a favor de nuestra posición.
- Respuestas a objeciones.
3. Conclusión
- Recapitulación: recordar los puntos más importantes que se han expuesto.
- Implicaciones de nuestra tesis en otros ámbitos.
- Terminar de una manera impactante para dejar un “buen sabor de boca”.
La disertación y el discurso oral
La estructura de la disertación es muy semejante a la de un discurso clásico. Por ello, hay que tener en cuenta que, si vamos a utilizar la disertación para la intervención ante un público, debemos añadir al discurso otros elementos más: ganarse al auditorio desde el principio (captatio benevolentiae), la comunicación no verbal (nuestros gestos, miradas, etc.), la entonación, el énfasis y cualesquiera otros recursos retóricos o teatrales que nos vengan bien para alcanzar nuestro objetivo, que no es otro sino convencer y persuadir.
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